¡Bienvenidos!

Este blog está dedicado al ramo de Didáctica de la Lengua de la carrera Pedagogía General Básica de la Universidad Católica de Chile dirigido por la profesora Paz Baeza Bischoffshausen, en el cual se publicarán semanalmente artículos sobre distintos temas relacionados con el aprendizaje de la lectura y de la escritura de los niños. Es por eso que invito a todos los/as educadores/as y a las personas interesadas a visitarlo…

domingo, 11 de noviembre de 2007

¿Escribir entre todos? ¿Escribir todos los días? ¡Sí, es posible!

Escritura interactiva: Una perfecta conexión entre lo que se lee y lo que se escribe

Leamos lo que distintas profesoras les dicen a sus estudiantes:

“Niños, copien el poema de la tortuguita en sus cuadernos”
“Después de leer el cuento escriban un nuevo final”
“Enumeren en una hoja las labores domésticas que realizan para ayudar a sus padres”


Generalmente les estamos dando a nuestros alumnos actividades de realización independiente que serían ideales para efectuar de manera conjunta. Esa es la función de la escritura interactiva, pues “(…) es una estrategia colaborativa en la que el profesor y los niños conjuntamente, componen y escriben un texto.” (Baeza, Solís, Susuki y Razmilic) En ella se modelan las habilidades de lectura y escritura que aplicamos al momento de construir un texto.
Existen tres tipos de escritura interactiva: la transcripción que es la reconstrucción de un texto que correspondería al primer dicho de la profesora; la innovación, en la cual se cambian algunas partes de un texto conocido por los niños, que sería el segundo caso y la negociación, que consiste en una composición original como el tercer caso.
A través de esta estrategia podemos enseñar conceptos acerca de lo impreso, cómo funcionan las palabras, cómo escuchar los sonidos de las palabras y relacionar los sonidos de las letras, involucrar a los niños en el proceso de codificación y decodificación con el mismo texto y cómo escribir distintos textos considerando su silueta. También podemos trabajar con la redacción, la ortografía y la gramática como a su vez, cualquier contenido de cualquier subsector de aprendizaje.

¿Qué se hace en cada momento de la clase? En un principio, es bueno que prepare el salón, es decir, que haya un espacio en el cual los pequeños puedan sentarse alrededor del material con el que se trabajará, que es un papelógrafo con dobleces en donde escribirán. También es de real importancia que todos los materiales estén a su alcance, o sea, plumones, masking tape (para tapar errores de la escritura), pared de palabras, abecedario completo y una pizarra pequeña blanca. Luego se recordarán las normas, se establecerán los propósitos de la actividad y se elegirá en conjunto el tipo de escritura a realizar. En el caso que la elección sea la negociación, se debe tener presente que las palabras del texto deben provenir de los alumnos y se debe velar que todos las comprendan. Usted hará sugerencias acerca de la gramática, el vocabulario, la complejidad de la oración y dará la posibilidad de que participe gran cantidad de alumnos y escuchará respetuosamente sus ideas. Durante la escritura se negociará constantemente, se establecerá y repetirá la oración acordada, se hará participar a los alumnos de acuerdo a su nivel de escritura, se colaborará en la elaboración del texto y se releerá lo escrito. Es relevante mencionar que no debemos cometer el gran error de observar al niño que está escribiendo en la cartulina despreocupándose del grupo. Sabemos que se hace para poder apoyar al niño y verificar que no cometa errores, pero a su vez se deja de lado al resto del curso con el que se podrían estar recordando estrategias o realizando otras actividades. Por experiencia personal, puedo decir que cuando iba al colegio y los profesores llamaban a una niña para que escribiera adelante, era muy divertido para las que no teníamos que ir porque aprovechábamos de conversar, jugar, etc. Ello porque la docente observaba lo que escribía la compañera sin darse cuenta que para las demás era una pérdida de tiempo. Además que en el caso de esta estrategia, dejar a los niños sin nada que hacer es fatal, pues se pierde la atención y el interés en lo que se está escribiendo o haciendo.
Finalmente, después de la escritura se lee el texto conjuntamente, se verifica con los niños que no haya errores ortográficos y se ubica en un lugar visible del salón para una posterior lectura compartida, independiente, etc.

Escritura independiente: Una posibilidad de creación, expresión y comunicación

“¿Y para qué me va a servir lo que estoy haciendo?”

¿Le suena familiar esta pregunta? Nuestros alumnos constantemente realizan esta pregunta cuando encuentran que el contenido no es significativo, y por ende, no entienden la utilidad del mismo en sus vidas. Si aplicamos este hecho al lenguaje, vemos que aún hay muchos profesores que hacen escribir por escribir a sus alumnos, sin ningún sentido. Posición totalmente contraria a la nueva estrategia que veremos a continuación, estamos hablando de la escritura independiente. “Es una escritura que se realiza todos los días, mediante la cual los niños producen por sí mismo un texto con diferentes propósitos ya sea para ellos o para que otros lo lean.” (Baeza, Solís, Susuki y Razmilic) Es la instancia precisa en donde podemos evaluar lo que el niño ha aprendido de la escritura interactiva, pues allí se le han entregado estrategias para escribir.
La escritura independiente es fundamental, puesto que permite que los niños reflejen sus propios pensamientos por escrito, elaborando y organizando las ideas, igualmente desarrollan la creatividad, establecen el hábito de la escritura, se promueve el pensamiento crítico y aplican los conocimientos que han adquirido de las palabras, la estructura, la ortografía y puntuación.

En cuanto a su rol, podemos decir que se da la posibilidad de trabajar de forma individual con sus alumnos, apoyándolos, motivándolos, preguntándoles acerca de lo que han escrito, logrando que valoren la escritura útil, respondiendo las inquietudes guiándolos en la resolución del problema, ayudándolos en el proceso de corrección y edición y llevando un registro de los avances de sus alumnos, de sus dificultades y de los contenidos que se deberán reforzar. La idea es que le recalquemos al niño que al escribir se tiene que establecer un objetivo por el cual hacerlo, de este modo resultará significativa la actividad. Por lo mismo una vez que ya haya escrito su texto, se debe dar la oportunidad de que los niños compartan lo escrito si ese fue el objetivo planteado, es decir, comunicar.

Como vemos en ambas estrategias el alumno es el centro de atención, por tanto para favorecer su aprendizaje debemos respetar su ritmo y su nivel de escritura. JAMÁS enfatizar en el error. Este modelo lo que más recalca es en que no hay que buscar en lo escrito sólo las equivocaciones, sino que hay que ayudar al alumno a encontrarlas por el mismo para mejorar. Igualmente no se trata de escoger al alumno que más le cuesta para que escriba algo que no está al alcance de su nivel. Ello porque sólo a través de las experiencias exitosas que éstos tengan, lograremos que tengan una autoestima alta y se mantengan motivados para seguir escribiendo. Hecho que no se conseguiría si dejamos que la niña o niño que presenta dificultades salga adelante a escribir lo que no sabe.

Para finalizar dejo un espacio para la reflexión: Pensemos cuántas veces hemos reproducido la misma situación recién descrita sin saber el perjuicio que trae consigo, pensemos en las que veces que hemos enfatizado en el error desmotivando a nuestros estudiantes… ¡Nunca es tarde para cambiar y mejorar nuestras prácticas!

Bibliografía:
-Baeza, Solís, Susuki y Razmilic. Estrategias de enseñanza del programa AILEM-UC Escritura interactiva. Documento Nº 12. Págs. 1-19
-Baeza, Solís, Susuki y Razmilic. Estrategias de enseñanza del programa AILEM-UC Escritura independiente. Documento Nº 22. Págs. 1-17

Modelo Balanceado: Un paso de la decodificación a la construcción del significado

En los últimos años se han producido profundos cambios en la forma de enseñar y aprender la lectura y la escritura, pues del conocido modelo de destreza centrado en la decodificación y en una enseñanza homogénea se pasó al modelo balanceado, el cual considera el proceso lector, las experiencias lingüísticas de cada alumno y enfatiza en la construcción del significado. Para ello resulta esencial que el niño tenga una inmersión temprana en un contexto alfabetizado, por lo que será coherente proponerles actividades con textos auténticos si queremos que lean y escriban algo que les sea significativo e interesante.

Este nuevo procedimiento metodológico se derivó de distintas concepciones de enseñanza y aprendizaje, entre ellas encontramos el modelo cognitivo social propuesto por Vygotsky, el enfoque cognitivo constructivista y la teoría sicosociolingüistica. En tanto por el lado del marco experimental este modelo se sustenta por los programas CELL (California Early Literacy Learning), EILE (Enseñanza Inicial de la Lectura y Escritura) y AILEM (Adquisición inicial de la lectura, escritura y matemática), éste último es un proyecto llevado a cabo por unos profesores de la Facultad de Educación de la PUC.

Entre las características del modelo encontramos que el aprendizaje de la lectura y escritura es un proceso que se realiza sobre la base lingüística oral de los estudiantes; el proceso de leer tiene como base la comunicación del significado; se enfatiza en el trabajo metalingüístico; adquiere gran importancia la literatura infantil, el desarrollo de la autonomía, el trabajo grupal, la producción escrita y la existencia de una sala letrada; y por último, es fundamental que el niño sea un agente activo (constructor de su propio aprendizaje).

En cuanto a las estrategias que utiliza el modelo balanceado, podemos decir que el programa AILEM adoptó del programa CELL la lectura en voz alta, compartida, guiada e independiente como también la escritura interactiva e independiente; pero consideraron adecuado agregar la escritura en voz alta y la guiada (que por lo demás forman parte de los programas balanceados de EE.UU. y Europa).

A continuación le presentaremos una descripción de dos de las estrategias nombradas, es decir, de la lectura compartida y de la lectura en voz alta.
En los artículos siguientes encontrará el desarrollo de las demás. Así es que lo/ a invitamos a seguir leyendo nuestro blog.


Lectura compartida:

“Mamá, ¿Me lees un cuento para dormir?”

Creo que esta frase es la que mejor permite introducir el tema de la lectura compartida, ya que el origen de ésta se debe a las tradicionales lecturas nocturnas, ahora ya tan extintas. Por suerte que Holdway (Nueva Zelandia, 1965) y un equipo de profesores recogió esta tradición y la llevó a la sala de clases a través de esta estrategia, pues los beneficios que aporta en el niño son increíbles. Lo digo así, ya que antes de leer los textos que fundamentan mi artículo, no había valorado realmente las lecturas que abuelos o padres realizaban a sus hijos…

Vamos a comenzar definiendo brevemente lo que es la lectura compartida, “(..) es una estrategia para la enseñanza y el aprendizaje de la lectura, a través de la cual el profesor y los alumnos comparten la tarea de leer y aprender utilizando un texto visible para todos.” (Baeza, Solís y Razmilic) En el fondo el objetivo principal es que el docente actúe como modelo demostrando el proceso y las estrategias de lectura que usan los lectores expertos. Por tanto identifican con los alumnos las convenciones y las características del lenguaje de los textos escritos como también, se les enseña a interrogarlos.

¿Cuáles son las ventajas de realizar la lectura compartida? Antes que todo hay que mencionar que son efectivas principalmente gracias a las relecturas. Las cuales favorecen la velocidad y la fluidez, por tanto la comprensión lectora, ya que se va automatizando la decodificación lo que se traduce en que los lectores iniciales se vayan centrando más en el mensaje que el texto desea entregar. A su vez, amplía el vocabulario; logra que los niños tengan más confianza al momento de leer lo que genera una mayor participación; cada alumno aprende algo a su propio nivel y se consigue que la lectura independiente sea placentera y más fácil.

¿Cómo llevo acabo una lectura compartida? Primero que todo se debe tener en cuenta que es un trabajo con todo el curso e implica proximidad, por lo tanto se debe buscar un espacio adecuado en donde los niños estén cerca unos de otros, como igualmente del profesor y del material a trabajar. No podemos olvidar que para que la estrategia se lleve a buen término se debe establecer con anticipación las normas y hábitos a tener en cuenta por los alumnos. Después de esto se comienza con la presentación del texto, prediciendo sobre la temática del texto en el caso del libro gigante o interrogando si es que se usa otro texto (artículo de revistas, canciones, listas, recetas, panfletos, cómics, etc.). Es ideal que vayamos leyendo con fluidez y con entonación adecuada, en el caso que los niños no sepan leer, o bien leyendo con ellos utilizando un puntero (el que se sugiere que sea atractivo para dirigir su atención) haciendo las pausas respectivas. Posterior a ello viene la relectura, en la cual se intenta lograr incrementar la participación de los niños, enseñar estrategias de lectura, recordar vocabulario, ideas principales, etc. Por último viene la lectura independiente en la cual los niños leen los textos trabajados anteriormente en conjunto.

Antes de dar fin a esta estrategia no puedo dejar de advertir que hay que escoger cuidadosamente los textos como también hay que tener una lista de las habilidades y estrategias que se puedan enseñar con ellos.

Lectura en voz alta:

“¿Leer por placer? ¡No me hagas reír!”

Es muy común que cuando los niños se han portado mal, la profesora no encuentra mejor que mandarlos a leer a la biblioteca o cuando los padres notan que su hijo sólo está jugando lo mandan a estudiar, o sea a leer sus materias… ¿Se darán cuenta del mal que están produciendo? ¡Están matando la lectura! Los niños la comenzarán a odiar, pues la experiencia con ella sólo se transformará en algo negativo en donde leer es sinónimo de castigo, de una obligación nada entretenida. De ahí la frase que coloqué al principio del párrafo, ya que para estos niños se convierte en una utopía tomar un libro por gusto…

¿Cómo revertimos esta situación? Muy simple, lo/a invito a seguir leyendo para descubrir una estrategia que no falla: La lectura en voz alta.

“La lectura en voz alta es una estrategia mediante la cual el profesor lee a los niños un texto previamente seleccionado, para compartir con ellos el placer de leer y actuar, además, como un modelo que aprecia la lectura y la disfruta.” (Baeza, 2005) Por tanto el objetivo principal es promover el placer por la lectura, el arte de escuchar como brindar un modelo de las estrategias de lectura.

¿Cuáles son las ventajas de realizar lectura en voz alta? Entre las más importantes encontramos la creación de lazos afectivos entre el educador y el niño, el desarrollo del escuchar, de la imaginación, de la comprensión, de la memoria, de la atención, del goce estético y del gusto por la lectura, se amplía el vocabulario y se facilita el aprendizaje de la lectura y la escritura. A su vez podemos desarrollar en los alumnos estrategias de compresión como son la clarificación, la conexión, la predicción y el uso de los conocimientos previos.

En cuanto a la implementación de esta estrategia es muy parecido a la lectura compartida en lo relacionado al trabajo grupal, a la proximidad y al establecimiento de normas y hábitos a desarrollar antes de comenzar a leer el libro elegido.

¿Qué tengo que hacer antes, durante y después de la lectura? Primeramente Usted debe saber que tiene que conocer a la perfección el libro con el que trabajará, debe decidir qué estrategias desea desarrollar en sus alumnos, en qué parte del texto se detendrá para realizar predicciones, preguntas, etc.
Al comienzo deberá crear expectativas, realizar predicciones y activar conocimientos previos. Durante la lectura tendrá que ir haciendo pausas para hacer predicciones o para comprobar que los niños estén comprendiendo lo leído. Asimismo deberá crear un clima de conversación, en donde pueda recibir aportes de los niños a la lectura. Finalmente es ideal que deje la lectura al alcance de los niños para que puedan realizar su lectura independiente o invitarlos a efectuar diversas actividades relacionadas con lo leído (dramatizaciones, dibujos, construcciones de un cuento, etc.)

Como vemos, modelar las estrategias de un lector experto y transmitir el placer por leer no es tan difícil si consideramos las dos estrategias presentadas, que además de ser muy entretenidas e interactivas permiten que el niño construya su aprendizaje con la ayuda de sus compañeros y del educador.
Al igual que en todos los artículos, la invitación está hecho, elija algún libro o lectura para compartir, planifíquela y disfrute de los aprendizajes que sus alumnos obtendrán luego de realizar la actividad… Pero ¡Atención! La idea es que el material que elija sea de interés para sus alumnos, por lo tanto ojala que los conozca a la perfección para tener una exitosa lectura compartida o en voz alta. Si no es así, no dude en detener su actividad cuando note que sus estudiantes han perdido el interés o la atención por lo que está leyendo, ya que no será sinónimo de clase frustrada, sino de clase bien hecha.

Bibliografía:

-Baeza (2005). Modelo balanceado: Desarrollo de la lectura y de la escritura en el nivel inicial. Pág. 1-15
-Baeza, Solís y Razmilic. Estrategias de enseñanza del programa AILEM-UC Lectura compartida. Documento Nº 11. Págs. 1-22
-Baeza y Razmilic. Estrategias de enseñanza del programa AILEM-UC Lectura en voz alta. Documento Nº 7. Págs. 1-9

¿Quién pensaría que la responsabilidad de un exitoso inicio lector y escritor no es sólo de un(a) profesor(a) básico(a)?

¿No me cree? Lea la descripción del Núcleo Lenguaje Verbal, según las Bases Curriculares de la Educación Parvularia:

"La capacidad para relacionarse con otros, escuchando, recibiendo comprensivamente y produciendo diversos mensajes, mediante el uso progresivo y adecuado del lenguaje no verbal y verbal, en sus expresiones oral y escrita. Esto implica avanzar desde los primeros balbuceos y palabras a las oraciones, empleándolas para comunicarse según las distintas funciones, en diferentes contextos y con variados interlocutores, utilizando un vocabulario y estructuras lingüísticas adecuadas a su desarrollo e iniciándose además, a la lectura y a la escritura."

Si bien en un comienzo la palabra “lectura” o “escritura” generaba un rechazo en la Educación Parvularia, pues se creía que los niños no habían alcanzado la madurez necesaria para leer y escribir, actualmente vemos que en las Bases Curriculares está incluida explícitamente la temática de la lectoescritura inicial. Ello porque sin la necesidad de que los niños comiencen inmediatamente a caligrafiar las letras, de igual forma se les puede enseñar a procesar textos y a construir sus significados como también a producirlos con la ayuda de un adulto.

A continuación les presentaremos un resumen de las ideas más importantes que fundamentan la entrada de los niños al lenguaje escrito desde la sala cuna:


- La lectura y la escritura son actividades realizadas por grupos humanos con propósitos determinados y en contextos específicos. Por lo tanto la comprensión y producción de sentidos son sus objetivos principales. Por esta razón, debemos formar a lectores activos que procesen, contrasten, valoren, disfruten o rechacen la información de los textos que leen. Ahora, no sólo debemos predicar estas ideas, sino que también nosotros/as mismos/as practicarlas. A esto me refiero a que el niño tiene todo el derecho de influenciar su relación con la lectura y la escritura observando e imitando los usos y la forma positiva o negativa en la que nosotros/as y su familia nos vinculamos con lo escrito.

- La lectura y la escritura son actos de construcción y comunicación de significados, de hecho Baeza y Solís (2006) definen leer como “… un proceso de interacción entre el lector y el texto, mediante el cual el lector construye un significado, utilizando sus propios conocimientos (experiencias previas, esquemas cognitivos y propósitos que establece frente a la lectura) y las claves que el texto proporciona.”
Por esto que es de real importancia que los educadores iniciales les lean libros o materiales impresos a los niños, ya que de esta manera los enfrenta constantemente a la construcción de significados. Actitud que paulatinamente se irá interiorizando en el alumno, de manera que éste logre un comportamiento activo frente a la lectura.
En cuanto a la escritura, no se busca que los niños caligrafíen, sino que produzcan textos que respondan a una situación comunicativa determinada. Con esto también queremos que cada uno de Ustedes se haga un “mea culpa” y piense en las veces en que hizo escribir a sus alumnos textos sin sentido… Por ejemplo es típica la actividad en la que hacemos que nuestros alumnos copien, en vez de que éstos elaboren y creen textos que expresen ideas para ser comunicadas a otros como puede ser una campaña que incentive a reciclar.

- La escuela debe promover la construcción de aprendizajes complejos y exigentes y no caer en la infantilización sistemática de los niños, como si no fuesen capaces de comprender. Es común que bajemos las exigencias de nuestras actividades sin darnos cuenta de las habilidades de nuestros niños y es por eso que las pruebas de diagnóstico o la activación de los conocimientos previos nos entregan bastante información acerca del nivel de nuestros alumnos y por ende qué textos son los más adecuados para ellos.
Por otra parte, pero siguiendo en el punto de la dinámica cultural, es muy bueno que los alumnos puedan conocer los textos como objetos culturales diferenciando así los distintos tipos a través de sus marcas externas. Asimismo se debe promover la lectura en red, es decir que el niño vaya estableciendo relaciones entre el texto que lee con otros leídos previamente; como también la lectura diaria y sistemática de cuentos y otros textos. Esto último es fundamental si es que deseamos que nuestros estudiantes construyan modelos textuales, o sea que se apropien de las estructuras y características de ellos para después poder reconocerlas y emplearlas para elaborar sus propios escritos.

- No sólo se deben buscar desarrollar el placer de leer en esta etapa, sino que se deben enseñar estrategias para procesar la información y así construir significado. Medina postula a la “lectura estratégica interactiva” como una manera de trabajar con los niños de alrededor de 4 años. Básicamente consiste en que la educadora lee un texto en voz alta y simultáneamente va llevando a cabo una serie de actividades en las que los alumnos interactúan activamente para procesar, conceptualizar y construir de manera colaborativa sus significados.
Entre las estrategias de procesamiento de información que se pueden realizar antes, durante y después de la lectura encontramos: activación de conocimientos previos, conexión, clarificación, predicciones, inferencias, paráfrasis y visualización.

- Con respecto a la escritura, los niños pueden producir textos dictándoselos a un adulto, quien irá modelando la forma de hacerlo, explicitando tanto las marcas como las características que debe tener el lenguaje para expresar cierto significado en un contexto específico.

- Igualmente es relevante que los niños visibilicen tempranamente los textos que se encuentran en su entono, y para eso es necesario que la familia y las educadoras inviten a los niños a descubrirlos, a que se familiaricen con sus características y usos como también ayudarlos a comprender que dichos textos responden a necesidades sociales y culturales, además de las escolares.

- Por último es esencial que sepamos que el desarrollo de las destrezas de decodificación son un medio para construir y producir significados y para ello se debe comenzar a trabajar en las habilidades de la toma de conciencia de los elementos que componen el lenguaje escrito, el vocabulario visual, el análisis estructural, el aprendizaje de letras, etc.

En síntesis, leer y escribir desde la sala cuna significa que los niños desarrollen competencias culturales, lingüísticas y estratégicas.

Para terminar me gustaría recalcar que Usted no está solo/a en este proceso tan importante en la vida del niño ¿Por qué? Porque de usted depende apoyarse de la familia compartiendo con ellas los objetivos y las metodologías que emplee con sus alumnos con el fin de que las conozcan y ayuden a potenciarlas en sus hijos. Como también puede aprovechar a la comunidad, en cuanto museos, bibliotecas, obras de teatro, cine, programas de televisión, etc. que contribuyan de manera positiva en el desarrollo personal del niño.
¿Se ha apoyado de estos medios? Si respondió que sí, ¡Felicitaciones! Y si respondió que no, lo invitamos a incluir los valiosos aportes que pueden hacer los demás en el aprendizaje del niño. Como lo hicimos en otro de los artículos de nuestro blog, escriba en la sección de comentarios las experiencias que ha tenido con la familia y la comunidad en este ámbito educativo.


Bibliografía:
-Medina, A. (2006) Ponencia: Leer y escribir desde sala cuna: Entrar en el mundo del lenguaje escrito. Págs. 1-18
-Baeza, P. y Solís, Mª C. (2006). Leer para comprender: Estrategias de lectura. AILEM-UC. Págs. 1-11

sábado, 1 de septiembre de 2007

¡Tomemos nota! Aspectos a considerar para desarrollar el lenguaje oral y la escucha en NB1

Se “escucha realmente” cuando se reacciona significativamente a lo escuchado.

En el artículo publicado la semana pasada hablamos sobre la habilidad de escuchar, ahora le presentaremos algunas consideraciones metodológicas que como docentes debemos tener en claro a la hora de desarrollar esta habilidad como también el lenguaje oral.

1. Primeramente es relevante que desarrollemos en los niños una actitud positiva frente al escuchar, y para esto, podemos conversar con ellos sobre su importancia, reforzar buenos hábitos de escuchar y mostrarles con nuestro ejemplo cómo debe ser un buen oyente.

Muchas veces en nuestras clases nos puede suceder que todos los niños se nos acerquen a contarnos sobre lo que les sucedió el fin de semana ¡Y qué mejor que aprovechar esos momentos para mostrarles cómo debe ser un buen auditor!

Nunca me voy a olvidar de lo que nos contó la profesora Paz Baeza en relación a este tema en una de sus clases de Didáctica de la lengua. Nos dijo que como los profesores acostumbramos a escuchar muchas historias que nos cuentan los niños, a veces no ponemos 100% de atención a lo que relatan. Luego nos dio un ejemplo muy cierto, es típico que un niño llega contando: “Tía, mi mamá está enferma en la clínica”, y por más que sea una situación dramática, sólo tendemos a decir lo de siempre: “Ya, que bueno, vaya a sentarse.”

Es por ello que no debemos ser (como dice el dicho) como el cura Gatica que predica, pero no practica, pues sería incongruente enseñarles a escuchar, siendo que nosotros no tenemos esa capacidad.

2. Debemos generar en el aula situaciones que permitan desarrollar el escuchar, esto es creando un clima para hablar y escuchar, valorando el silencio e invitando a los alumnos a la interacción entre ellos con el objetivo de que se puedan escuchar unos a otros con respeto y atención.
3. Al trabajar en un programa de desarrollo del escuchar y del lenguaje oral debemos dar instrucciones claras y simples evitando repetirlas innecesariamente, hacer pausas silenciosas al inicio de las actividades, utilizar una señal para llamar la atención de los estudiantes, recompensar el escuchar a través de felicitaciones, realizar distintas actividades que estimulen los distintos tipos de escucha y no interrumpir a los alumnos. Es muy común este último hecho cuando se interrumpe para corregir, esto sólo hace que el alumno se cohíba y no desee participar. Caso contrario es lo que ocurre en un ramo de mi carrera en el cual el profesor es un ejemplo a seguir respecto a este tema, pues hace una pregunta y recibe todas las respuestas por más insólitas o erróneas que puedan ser de parte de nosotros. Luego las analiza y nos hace ver el por qué no es correcta la idea dada, y no sólo él da los argumentos, sino que también pide a otros alumnos que den razones de porqué es errónea la respuesta dada. Finalmente le pregunta a la persona si es que efectivamente comprendió y se cierra el ciclo.
4. Debemos aportar con variadas experiencias que enriquezcan el vocabulario de los alumnos, para lo cual podemos hacer que nos describan láminas, paisajes, personas, animales, etc. También podemos leerles cuentos para reflexionar acerca de las palabras nuevas, podemos hacer que escuchen noticias en la radio o en la televisión o bien rimas, trabalenguas, adivinanzas, etc.
5. Igualmente tenemos que generar situaciones en las que los alumnos puedan dialogar libremente, a través de trabajos en equipo, compartiendo juguetes, comentando programas de televisión, dramatizando situaciones cotidianas, etc.
6. Debemos promover instancias que estimulen a los niños a tomar la palabra y a mantener discusiones que sean acorde a su edad.
7. Es de gran importancia que el profesor seleccione poemas y cuentos tanto para ser leídos por el alumno como por el adulto. En relación a los cuentos hay que considerar que los niños se identifican con los personajes, les encantan las explicaciones fantásticas como también trasladarse a un mundo maravilloso. Por otra parte en los cuentos debe existir un equilibrio entre los diálogos y la acción y su final debe dar cuenta que los problemas se pudieron resolver. Con respecto a la selección de poemas el educador debe considerar el ritmo, la rima, la extensión, el tema y contenido.
8. Al leer un cuento debemos considerar la edad de nuestros alumnos, sus intereses y la calidad del mismo, lo que significa que debe ofrecer un lenguaje rico en matices. En lo que respecta al lector, debe tener buena memoria, conocer el cuento, usar una voz flexible, clara y que sea capaz de utilizar distintas entonaciones. Por último es fundamental que exista un clima tranquilo y cálido para la narración.
Recordemos que “(…) La narración estimula el arte de escuchar, desarrolla la imaginación, ofrece la posibilidad de escuchar una obra completa y de calidad, los niños aprenden a seguir una secuencia de hechos y podrán predecir situaciones o confirmar sus hipótesis, etc.” (Baeza, P. y Solís, María C.)
9. Otra de las tareas, y según mi parecer una de la más difíciles, es fomentar el gusto por leer y escuchar poesías.
10. Unido a lo anterior está el hecho de que el educador debe ser un buen lector de poemas, y para ello son esenciales las inflexiones de voz, la velocidad, la intensidad y la melodía al leer, ya que ayuda a los niños a captar mejor el mensaje que se desea transmitir. Este punto lo encuentro totalmente importante no sólo porque en mi caso es un gran desafío trabajar con la voz, debido a que la tengo muy baja, sino porque de verdad que leer matizando la voz tiene mucho más sentido para los niños y se entretienen más que con una voz uniforme. Es más, la lectura de poemas tiene toda una ciencia por así decirlo, ya que a los que somos docentes en formación, el ramo de Literatura infantil de nuestra malla curricular se encarga de enseñarnos algunas estrategias.
11. Debemos considerar a la dramatización como una estrategia pedagógica importante dentro de las actividades que les realizamos a los alumnos, puesto que proporciona momentos de alegría, de descarga emocional y posibilita el desarrollo de valores.
12. Para finalizar, es importante mencionar que para desarrollar el lenguaje oral (como también la lectura y la escritura) y la escucha, podemos desarrollar entretenidos y educativos juegos verbales. Ahora, ¿Qué son los juegos verbales? Son “(…) juegos con palabras que contienen mismos sonidos iniciales o aliteraciones o los mimos sonidos finales o rimas; también se incluyen las adivinanzas, trabalenguas y otros juegos lingüísticos tradicionales o creados por los mismos niños” (Condemarín). Si desea ahondar más en este tema y conocer distintos juegos no dude en revisar nuestro link llamado: “Juegos verbales: Sugerencias.” Antes de terminar, creo que es muy importante mencionar que estos juegos favorecen el desarrollo de de la percepción auditiva, la conciencia fonológica, el vocabulario, el lenguaje inquisitivo, la fluidez de la expresión oral, la memoria, estimula la lectura, la escritura manuscrita, la ortografía, a la redacción y el acto de escribir con un propósito.

Como nos hemos dado cuenta tenemos un rol importantísimo que asumir si deseamos que nuestros pequeños desarrollen el escuchar y el lenguaje oral, por ende no nos podemos quedar de brazos cruzados esperando que con el sólo hecho de que nos escuchen hablar y que ellos conversen con sus pares están cumpliendo este gran objetivo educacional. Es por ello que en este artículo dimos unas pistas de lo que puede hacer para mejorar sus prácticas pedagógicas, pero Usted tiene la gran misión de seguir perfeccionándose investigando e innovando en los métodos más apropiados a utilizar en su sala de clases en particular.

¡Atención!
Esta vez, terminaremos planteándole una tarea (o desafío) y es la invitación a crear novedosos juegos verbales para utilizar en su sala de clases. Le sugerimos que considere los intereses de sus alumnos, es decir, que integre a sus juegos a los animales que más les gustan, a la serie animada de televisión que más ven, a los lugares que han visitado, etc.
Una vez que los haya inventado y los haya aplicado cuéntenos sus resultados en la sección de comentarios, como también, mándenos la idea para retroalimentarnos. ¡Mucho éxito!

Complemento del artículo: Observe el video que se encuentra al costado izquierdo de la pantalla y descubra la importancia de la fluidez oral para la comprensión de la lectura.

Bibliografía:
Baeza, P. y Solís, María C. “Desarrollo del escuchar y del lenguaje oral en NB1: Algunas consideraciones metodológicas.” Págs. 1-9
Condemarín, M. “Juegos verbales” Págs. 1-5

domingo, 26 de agosto de 2007

Conciencia fonológica: “Motor de partida” para la decodificación

¿Qué es? ¿Para qué sirve? ¿Qué procesos la componen? ¿Cuál es su relación con el aprendizaje de la lectura? ¿Cómo la podemos promover?...

Son muchas las preguntas que le deben estar surgiendo al leer el título de este nuevo artículo, y es por eso que a continuación trataremos de resolver todas sus dudas…
Cuando por primera vez me nombraron este concepto lo relacioné de inmediato con el típico ejercicio escolar de dar palmas para separar las sílabas de una palabra. Más tarde me di cuenta que si bien no estaba tan equivocada, de todas maneras mi concepción de conciencia fonológica era bastante restringida e incompleta. Y como el objetivo es que nadie se quede en esta idea profundizaremos en ello.

Partamos mencionando que la conciencia fonológica forma parte de la conciencia metalingüística y se le define como la capacidad de ser conciente de los componentes fonéticos del habla, como la habilidad de identificar y manipular libremente las palabras que conforman las frases, las sílabas de las palabras y los fonemas.
En cuanto a su relación con el aprendizaje de la lectura inicial me gustaría referirme a una cita del profesor Luis Bravo (2007):

“… el “umbral” del aprendizaje inicial de la lectura estaría determinado principalmente por el desarrollo fonológico, el cual constituye el nivel de desarrollo más próximo para aprender a identificar los componentes del lenguaje escrito.”

Este autor señala que existe una relación entre el término “zona de desarrollo próximo” (ZDP) y la conciencia fonológica, para entenderla es necesario que sepamos como Vygotski define al primer concepto, es “(…) la distancia que hay entre el nivel de desarrollo real de los niños y su desarrollo potencial, bajo la guía de un adulto.” (Bravo, 2007) Por tanto la ZDP es un estado mental cuyo nivel dinámico está dado por la aproximación que cada alumno hace del objetivo propuesto. En el caso de la lectura inicial se considera que el nivel de desarrollo de la conciencia fonológica es un indicador de la “distancia” que traen los niños para el aprendizaje de la lectura y que determina la intervención del docente.

Ahora, ¿Qué tipos de tareas se han utilizado para medir las habilidades fonológicas?, Defior (1996) distinguió 15 procesos diferentes, éstos son: juzgar la duración acústica de las palabras, identificar las palabras de una frase, reconocer una unidad de habla en palabras, reconocer o producir rimas, clasificar palabras por sus unidades, mezclar unidades para formar palabras, aislar una unidad de una palabra, contar las unidades de una palabra, descomponer una palabra en sus unidades, añadir, sustituir o suprimir una unidad de una palabra, especificar qué unidad ha sido suprimida en una palabra, invertir el orden de secuencias fonémicas y la escritura inventada. Por su parte, Carrillo (1994) agrupó lo anterior en: sensibilidad a las semejanzas fonológicas (rimas), las cuales anteceden al aprendizaje de la decodificación (es decir, se desarrollan antes del ingreso a primero básico) y se asocian con la forma holística de la conciencia fonológica; y la conciencia segmental (o segmentación de los fonemas), la cual se desarrolla de manera conjunta con el aprendizaje de la lectura y se vincula con la forma analítica.

Es relevante igualmente mencionar que es fundamental que exista un entrenamiento de las habilidades fonológicas desde edades muy tempranas, pues como vimos, aumentan la capacidad para adquirir la lectura y también la escritura (en un sistema alfabético). Asimismo, el aprendizaje de la lectura facilita la automatización de las destrezas fonológicas. Por esta razón se dice que la relación del desarrollo fonológico y este aprendizaje pueden darse como un desarrollo previo y predictivo, como una relación causal y como un proceso interactivo y recíproco.

Después de leer hasta aquí lo más probable es que Usted quiera saber cómo promover esta conciencia, bueno, algunas estrategias o sugerencias las puede encontrar en el vínculo de interés denominado: “Alfabetización: Conciencia fonológica”. A continuación ahondaremos en una de ellas debido a su vinculación con nuestro siguiente gran tema que es sobre la habilidad de escuchar.

Antes que todo, ¿Qué es escuchar? ¿Es la recepción física de las ondas sonoras a través del oído? No, no se confunda, eso es oír. Escuchar es un proceso por el cual el lenguaje hablado es convertido en imágenes mentales y es una función lingüística que se desarrolla tempranamente. ¿Pero qué tiene que ver esto con el aprendizaje de la lectura? Mucho, pues como decía anteriormente, existen distintas estrategias para desarrollar la conciencia fonológica y una de ellas es realizar variadas actividades de escuchar, incluyendo escuchar cuentos grabados, dar “paseos para escuchar” dentro o fuera del colegio, o emparejando los sonidos reales de los objetos a sus dibujos. Y como sabemos, las habilidades fonológicas son predictoras del éxito del aprendizaje de la lectura. Por lo tanto, “… un buen entrenamiento en la capacidad de escuchar comprensivamente beneficiaría las habilidades lectoras.” (Revista Aula creativa v4 Edición Nº4 junio 2004)
Para finalizar me gustaría invitarlo/a a volver a su infancia, más específicamente a su etapa escolar. A continuación trate de recordar las actividades que su profesor básico inicial le realizó para estimular y desarrollar su conciencia fonológica y su capacidad de escuchar… ¿Las recuerda? ¿Fueron buenas y entretenidas las experiencias? ¿Le hubiese gustado que lo hubieran educado en base a las estrategias planteadas por Mabel Condemarín (ver link) u otras novedosas? Si respondió que sí, créame que a sus niños también. Es por eso que no temamos en abrirnos a las diversas propuestas y sugerencias que le damos para renovar las prácticas profesionales y favorecer el desarrollo efectivo del alumnado. Al contrario, seamos receptivos y demos a conocer también nuestras ideas a otros docentes que las pueden neesitar.

Bibliografía:
Beuchat, C. “Escuchar una habilidad que es necesario enseñar.” Revista Aula creativa v4 Edición Nº 4 junio 2004. Págs. 19-21
Bravo, L. (2007) “La conciencia fonológica como una zona de desarrollo próximo para el aprendizaje inicial de la lectura.” Págs. 1-16
Defior, S. (1996) “Una clasificación de las tareas utilizadas en la evaluación de las habilidades fonológicas y algunas ideas para su mejora.” Págs. 49-63
Marco de los resultados del niño en Head Start. Dominio 2: Alfabetización http://www.headstartinfo.org/leaders_guide/domain2.htm

domingo, 19 de agosto de 2007

Alfabetización inicial: Un proceso constructivo, funcional e interactivo

Un día un niñito le preguntó a su mamá: “¿Cuándo aprenderé a leer?” y ella le respondió: “Cuando entres al colegio y estés en primero básico.”

Si bien es cierto que la enseñanza formal de la lectura y la escritura comienza en ese curso, también es cierto que empezamos a alfabetizarnos desde mucho antes. A este proceso, en el cual “(…) el niño construye los conceptos sobre las funciones de los símbolos (letras y números) y del material impreso…” (Baeza, P.) se le conoce como alfabetización inicial. Ella se centra en el significado y es un proceso constructivo, funcional e interactivo. Se inicia con el nacimiento y continúa a lo largo de la vida, ahora, el conocimiento claramente no se da de la nada, sino que se basa en las experiencias lingüísticas significativas que facilitan tanto las interacciones con adultos como con el medio.
Por tanto podríamos afirmar que cuando ingresamos al primero básico llegamos con una rica experiencia acerca de lo impreso. De hecho, depende del desarrollo cognitivo y psicolingüístico de los niños en años anteriores a ese curso, lo que determinará el éxito en el aprendizaje de la lectura. Incluso existe lo que se llama el “efecto lector inicial” que nos muestra correlaciones importantes entre el conocimiento de letras, sílabas y palabras en los primeros años de vida, con el rendimiento en comprensión lectora en octavo básico.

Por otra parte es importante saber que a este proceso también se le conoce como alfabetización emergente, ya que el desarrollo cognitivo y verbal es continuado entre el aprendizaje del lenguaje oral y la apropiación del lenguaje escrito en la escuela. Dicho de otro modo, no hay un límite establecido entre los procesos de la pre-lectura y de la lectura. También puedo agregar que en la alfabetización emergente existen dos conjuntos de procesos cognitivos que apoyan el aprendizaje de la decodificación inicial: Primero, un adecuado desarrollo del lenguaje oral y de la conciencia alfabética, y segundo, la conciencia fonológica y la semántica.

Igualmente es relevante mencionar que el aprendizaje de la lectura es un proceso cultural, por ende, “(…) emerge y se configura por la interacción de las habilidades cognitivas con los métodos pedagógicos y las oportunidades que aporta el ambiente familiar…” (Bravo, 2003) , tales como la calidad del lenguaje que utiliza, la disponibilidad de libros, los juegos pedagógicos, etc. Por esta razón a la mamá de la historia le podríamos comunicar que su rol es fundamental en el aprendizaje de la lectura y escritura de su hijo. Sin dejar de lado, por supuesto, la intervención mediadora de los profesores, pues nuestra misión es ir produciendo una transformación en las estructuras cognitivas de los alumnos, lo que se traduce en un fácil acceso al significado de las palabras y a sus componentes. Es por ello que aquí encontrará algunos consejos que Usted como educador/a puede seguir en la etapa de la alfabetización inicial de sus estudiantes:

-Desde el primer día de clases, involucre a los niños en la lectura y en la escritura.
-Cree un ambiente textualizado.
-Haga que el lenguaje escrito sea una parte funcional y significativa de la sala de clases.
-Realice diferentes juegos verbales.
-Enseñe distintas estrategias para interrogar textos auténticos.
Es increíble todo lo que podemos hacer por los niños y todas las posibilidades que nos da el entorno cotidiano (ejemplo, textos auténticos) para reforzar el aprendizaje de la lectura. Y no lo digo al estilo de frase cliché… Realmente hago el llamado a valorar las experiencias que nos entrega el medio, ya que como profesora en formación puedo decir que cuando entré a estudiar esta carrera no las había considerado, o sea recién me vengo a dar cuenta de estos beneficios. Es por ello que me enriquece rotundamente la lectura de artículos relacionados con el tema de alfabetización inicial, pues hacen que “abra los ojos” y que mire a mi alrededor. Lo cual es muy bueno, porque me permite recordarles a todos Ustedes la maravillosa herramienta que pueden utilizar para enseñarles a sus alumnos de manera más significativa y cercana a ellos.

ooOoOoo Frases para no olvidar ooOoOoo
“… el aprendizaje del lenguaje escrito no comienza al ingresar al primer año básico, sino que viene parcialmente pre-determinado desde antes de ingresar a este curso.”
“…el lenguaje pre escolar es precursor de la lectura temprana”
“…no hay un momento preciso en el cual se aprende a leer, sino que este aprendizaje es un proceso que va construyéndose en la medida en que el desarrollo cognitivo de cada niño permite hacerlo adecuadamente.”

(Bravo, 2003)

Bibliografía:
Bravo, L. (2003) “La alfabetización inicial: Un factor clave del rendimiento lector”
Baeza, P. “¿Qué se entiende hoy por alfabetización inicial?”

Tendencias en la enseñanza del lenguaje

“El docente, basándose en sus competencias pedagógicas, en el conocimiento de sus alumnos y en el dominio de los contenidos que enseña, diseña, selecciona y organiza estrategias de enseñanza que otorgan sentido a los contenidos presentados; y, estrategias de evaluación que permitan apreciar el logro de los aprendizajes de los alumnos y retroalimentar sus propias prácticas.”

Al leer este pequeño fragmento del Marco para la Buena Enseñanza perteneciente al Dominio A: “Preparación de la enseñanza”, me di cuenta que se vinculaba mucho con la idea central del texto de Gloria Inostroza. Esto porque ella hace alusión al enfoque mecanicista de la enseñanza del lenguaje, en el cual se privilegian textos y ejercicios descontextualizados; y a su vez, menciona el otro enfoque que es el que parte del alumno. En donde el docente aplica estrategias de enseñanzas que efectivamente dan sentido a los contenidos, pues los relaciona con la experiencia del niño, con las necesidades de su comunidad y con sus intereses. Y es ésta la postura que como profesores/as debemos tener al momento de educar a nuestros alumnos.
Para que quede más claro aún, presentaré brevemente las ideas que Inostroza planteó como aquellas que reconceptualizan nuestra tarea en la enseñanza del lenguaje:

1) No hay lenguaje sin contexto psicosocial, lo que significa que todo acto de la lengua posee un significado, un contexto, una función social y se manifiesta en textos (Muma, 1978). Por tanto es clave que el lenguaje se desarrolle en la medida que le permita al niño actuar en relación a las cosas y actividades propias del medio que le rodea. Dicho de otro modo la idea es que nuestros alumnos comuniquen algo a alguien en una situación de comunicación “de verdad”.

2) No hay aprendizaje significativo sin actividades auténticas, por ende la tarea que tenemos es realizar actividades que tengan sentido, propósito, relevancia y que sean significativas para la cultura del niño.

3) Aprender es para cada niño/a un proceso de autosocioconstrucción de sus competencias y saberes, por ello el rol del educador es crear condiciones que faciliten este autoaprendizaje de la lectura y de la producción de textos. ¿Cómo? Así:
-Detectando los intereses y necesidades de aprendizaje de cada alumno/a.
-Haciendo que los niños interactúen cotidianamente con textos escritos.
-Activando los conflictos cognitivos, por medio de las confrontaciones entre los estudiantes.
-Ayudando a estructurar la actividad de metacognición de cada niño.

4) Para aprender a leer los niños/as requieren construirse una representación adecuada de los fines de la lectura, como también de la tarea de leer. Lo primero que debemos saber es que aprender a leer exige que el niño construya una conceptualización de la escritura como representación de la lengua. Ahora, si queremos que los niños aprendan a producir textos, es primordial que tengan la necesidad de escribir para decir algo a alguien, ya sea para informar, recrear, documentar o controlar. Todo texto cumple una función social. En tanto al momento de producir un texto será necesario que el alumno conozca y seleccione las estrategias adecuadas para ello, es decir, debe saber que existe un:
-antes de la producción, en el cual se identifica el destinatario, el enunciador, el propósito, el contenidos y el desafío; y un
-durante la producción, en el cual debe considerar los niveles de aproximación al texto, ya sea la lingüística textual, oracional y de la microestructura.

5) Favorecer la inmersión del niño/a en el mundo literario y de la creatividad literaria, de tal manera que no sólo logre un goce estético al leer las obras, sino que igualmente las valore como un instrumento para su propio desarrollo personal. Un ejemplo de esto puede ser la poesía, ya que el niño a través de ella puede satisfacer sus necesidades afectivas expresando sus sentimientos hacia sus seres queridos. En cuanto a la creatividad literaria, se espera que los alumnos puedan crear composiciones en base a las lecturas, ya que el objetivo de la enseñanza de la literatura es poder “… favorecer la actualización de todas las potencialidades del espíritu humano.” (Inostroza, G.)

6) Apoyar a los niños/as en su rol de autoevaluadotes, autocontroladores y autogestores de su manejo del lenguaje oral y escrito. O sea como educadores/as debemos apoyar a nuestros estudiantes en el desarrollo de ciertas competencias metacognitivas.

Por último, me gustaría finalizar el artículo volviendo a hacer alusión al texto del Marco para la Buena Enseñanza que di a conocer al inicio, más específicamente quisiera hacer hincapié a la parte que se refiere a la evaluación. Esto porque también se vincula mucho con las consideraciones que la autora planteó en “Tendencias en la enseñanza del lenguaje”.
El Marco, por su parte, señala que hay que poner en práctica estrategias de evaluación que permitan efectivamente apreciar el logro del aprendizaje de los alumnos, como a su vez, utilizar las más apropiadas para los objetivos y contenidos del subsector que se enseña (lenguaje en este caso). En tanto Inostroza apoya estos postulados mencionando que la evaluación debe ser auténtica, por tanto se debe evaluar el producto y el proceso de aprendizaje y debe ser un proceso dinámico y colaborativo (o sea, se debe dar la intervención del aprendiz, de sus pares y del educador). Además considera como punto de partida de la evaluación el asumir la lengua como sistema de comunicación, lo que determina las estrategias para evaluar. Ello porque los instrumentos evaluativos deberán responder a situaciones comunicativas “reales”, lo que es lógico si pensamos que la comunicación implica la exigencia de un lenguaje enfocado hacia la interacción entre las personas.

ooOoOoo Frases para no olvidar ooOoOoo

“Se aprende a través de un proceso de construcción de significados y conocimiento, mediante la selección y organización de informaciones estableciendo relaciones entre ellas a partir de sus conocimientos previos.”

“Leer es un proceso dinámico de construcción cognitiva y social ligada a la necesidad del lector de encontrar el sentido de un texto en situación de uso.”
(Inostroza)

Bibliografía:
MINEDUC, “Marco para la Buena Enseñanza”
Inostroza, G. “Tendencias en la enseñanza del lenguaje”